TDAH

 TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)


                                                                                                                     

¿Qué es y cuáles son sus síntomas?

¿QUÉ ES?

Es un trastorno que se caracteriza principalmente por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad. 

Según Rodríguez et al., (2010), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una alteración de la función ejecutiva, término que engloba muchas capacidades (atención, memoria, etc.) necesarias para realizar tareas fundamentales en el funcionamiento cotidiano como: atender, planificar y organizar los distintos pasos para conseguir un objetivo, reflexionar sobre las posibles consecuencias antes de hacer o decir algo, inhibir la respuesta inadecuada y cambiarla por otra más apropiada, etc. 

Es el trastorno mental más frecuente en edad escolar (6-12 años), y de los más frecuentes en la adolescencia. (p. 9)

Asimismo, mencionan los siguientes síntomas:

SÍNTOMAS DE INATENCIÓN

  • No prestar atención a los detalles (por ejemplo, a los signos en las operaciones matemáticas, a los enunciados de los ejercicios o a la ortografía) lo que provoca que se comentan errores por descuido o por no fijarse bien (como ponerse la camiseta al revés o equivocarse en tareas que realmente sabe hacer).
  • Dificultades para mantener la atención, por lo que sobreviene el cansancio o aburrimiento en una actividad o juego al poco tiempo, cambiando frecuentemente de actividad. 
  • Dificultades para completar actividades, dejando las tareas o los dibujos a medias si alguien no lo supervisa. 
  • Dificultades para organizarse y planificarse: por ejemplo, comienza la hoja de problemas por el ejercicio 5, o la deja para el último minuto y al final no le da tiempo a terminarla. 
  • Evitar tareas que requieren esfuerzo mental, como los deberes, puzles o sudokus. 
  • Perder cosas, como el material escolar, jerséis o juguetes. 
  • Distraerse con facilidad: mientras el profesor da la lección piensa en el recreo, al oír un ruido corre a ver qué es, con frecuencia padres y profesores dicen que “está en su mundo”, o que “se le va el santo al cielo”. 
  • Olvidarse de encargos o actividades: por ejemplo, olvida llevar los deberes a clase o traer a casa el libro del examen que tiene al día siguiente, u olvida para qué fue a su habitación. 
  • Parecer que no escucha cuando se le habla directamente y hay que repetirle las cosas varias veces.

LA HIPERACTIVIDAD CONCISTE EN...

  • Moverse continuamente en su asiento: cambios de postura, movimiento de pierna, “enredar” con las manos, tocarse la cara, hacer ruiditos con el lápiz. 
  • Levantarse en situaciones en las que debería permanecer sentado: como en clase, en la mesa o en la iglesia. 
  • Correr todo el tiempo, o subirse a alturas de forma inapropiada, por lo que es más propenso a sufrir accidentes y plantea problemas de disciplina. 
  • Hacer un ruido excesivo: mientras realiza actividades, o juega (pega golpes en la mesa, da gritos, tira los juguetes, etc.). 
  • Hablar excesivamente: a veces rápido sin que se le entienda, por su dificultad para organizar sus ideas.

LA IMPULSIVIDAD CONSISTE EN...

  • Responder y actuar sin pensar: responder incluso antes de que la pregunta haya sido formulada, hacer o decir lo primero que se le viene a la cabeza sin pararse a pensar en las posibles consecuencias. 
  • Dificultad para esperar su turno: quiere ser el primero en la cola, el primero en utilizar un columpio, que le sirvan la comida “ya”, se muestra impaciente cuando pide algo.
  • Interrumpir las conversaciones o los juegos de otros. Por ejemplo interrumpe a sus padres cuando hablan por el móvil y a sus hermanos cuando juegan con amigos, o se mete en una conversación “de mayores”. 

Muchos niños con TDAH presentan las tres características, lo que se denomina TDAH combinado.

Aunque no es imprescindible para el diagnóstico que tenga las tres características, o que tenga las tres características de igual intensidad. Algunos pacientes con TDAH tienen sobre todo síntomas de inatención, lo que se denomina TDAH de predominio inatento, y presentan un leve o ningún problema de hiperactividad o impulsividad. Otros tienen dificultad en la atención y además son impulsivos, pero no se muestran excesivamente activos o inquietos. 

El TDAH se presenta y se diagnostica más en varones (aproximadamente 4 niños por cada niña con TDAH). 

Por otra parte, el TDAH de predominio inatento es más frecuente en el sexo femenino. Este subtipo de TDAH tiene un problema: y es que en clase no “molestan” (no alborotan, no se mueven, no distraen a otros compañeros, ni discuten, ni se meten en peleas…). Por esto a veces el TDAH en este grupo pasa inadvertido por lo que puede estar infradiagnosticado. 

                                                                                                                     

Características

  • Presenta movimientos excesivos (a menudo mueve los pies y las manos, se retuerce o se levanta de la silla, corre, brinca, va de un lugar a otro sin motivo aparente...). 
  • Con frecuencia actúa sin pensar (de forma impulsiva -eufórico, gracioso., excitado, agresivo). 
  • Habla en momentos poco oportunos o responde precipitadamente a preguntas que todavía no se han acabado de formular (delante de una visita a clase...). 
  • Habla a destiempo y "suelta" las palabras sin ton ni son. 
  • Malas relaciones con compañeros y hermanos.
  • Interrumpe a menudo durante juegos o explicaciones. 
  • Se involucra en actividades peligrosas sin medir sus consecuencias (por ejemplo, cruza la calle sin mirar, se tira de grandes alturas, sufre golpes y heridas frecuentes). 
  • Presenta comportamiento agresivo, sobreestimulado con facilidad. 
  • Es socialmente inmaduro (dificultad en habilidades socioadaptativas -hipo o hipersociabilidad). 
  • Tiene baja autoestima, mucha frustración.
  • Tiene dificultados para jugar en silencio. 
  • Parece no escuchar cuando se le habla. 
  • Problemas en el rendimiento escolar (comete errores por falta de cuidado en la escuela). 
  • Dificultad para organizar tareas y actividades.
  • Pierde o pone en lugares equivocados sus pertenencias. 
  • Tiene dificultades para jugar tranquilamente. 
  • Manifiesta poca motivación escolar. 
  • Variables en cuanto a rendimiento escolar.

                                                                                                                     

¿Cuál es la causa?

En la actualidad se desconoce la causa exacta del TDAH, pero se ha estudiado que se debe a un cúmulo de factores (causa multifactorial).

  • Los estudios indican que el 70-80% de la causa es genética. 
  • También se han estudiado otros factores como posibles causas del TDAH tales como que durante el embarazo la madre experimente estrés extremo, tabaquismo activo o ingestión de alcohol, lesiones cerebrales por traumatismos craneoencefálicos, etc.
 Algo que debe quedar bien claro es que El TDAH NO es culpa de los padres, de los profesores o del niño que lo padece.

                                                                                                                     

¿Cuándo se detecta?

Generalmente el TDAH se detecta en edad escolar (6-12 años), cuando los niños muestran los síntomas. Sin embargo, puede diagnosticarse antes (en edad preescolar) o después (en la adolescencia o la edad adulta). 

Comportamientos del niño con TDAH en edad preescolar:

  • Pegar a sus compañeros. 
  • Tener una curiosidad insaciable. 
  • Excesiva actividad, cayéndose o golpeándose con frecuencia (y haciéndose heridas, esguinces, fracturas…). 
  • No acatar las normas. 
  • Tener un juego vigoroso y “bruto”. 
  • Presentar inquietud psicomotora (siempre en movimiento). 
  • Parecer torpe (derrama y se le caen cosas, no por torpeza motora sino por impulsividad y por hacer las cosas “al tun-tun”). 
  • Ser insistente y demandante con padres, profesores y compañeros de clase.
  • Tener rabietas si no se cumplen sus deseos.  
Es importante tener en cuenta que es NORMAL (no es debido a un TDAH) que en edad preescolar exista hiperactividad, o que en la adolescencia se pueda estar distraído durante un tiempo por algún problema en sus relaciones sociales. Se debe sospechar TDAH cuando los síntomas de intención, hiperactividad o impulsividad, persistan en el tiempo e interfieran en el funcionamiento cotidiano: en sus relaciones sociales y familiares, en su rendimiento académico, en su autoestima, en sus hobbies, etc.

                                                                                                                     

¿Cómo evoluciona?

Las tres características cardinales del TDAH, inatención, hiperactividad e impulsividad, tienden a disminuir con el tiempo. Sobre todo disminuye la hiperactividad motora gruesa, que con el tiempo se transforma en hiperactividad fina o sensación de intranquilidad interna. 

También disminuyen, algo menos, los síntomas de impulsividad. Los síntomas de inatención son los que más tienden a persistir en el tiempo. 

INTERFERENCIAS DEL TDAH EN EL FUNCIONAMIENTO COTIDIANO:

  • El rendimiento académico: debido a la dificultad para organizarse y para centrarse en una tarea un tiempo suficiente, presentan dificultades en el aprendizaje de la lectura, la escritura y el cálculo matemático. Esto hace que sus notas sean más bajas. Incluso llegan a suspender exámenes, y a repetir un curso, y a requerir refuerzo o adaptación curricular, pese a tener capacidad intelectual para superar los objetivos y querer estudiar. Pueden pasar a estudios de menor exigencia o bien abandonar los estudios.
  • En la capacidad para relacionarse con iguales y con adultos debido a sus comportamientos desinhibidos, su excesiva insistencia, su falta de reflexión, su fácil frustración (con los consecuentes enfados) y su imposición de sus normas.
  • En la dinámica familiar y escolar. Los padres y profesores suelen discutir con ellos y castigarles a menudo. Normalmente tienen poca popularidad y amistades poco duraderas, incluso pueden llegar al aislamiento. 

                                                                                                                     

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de TDAH lo puede realizar un especialista en psiquiatría, pediatría, neuropediatría o psicología que esté formado en esta patología.

Cuando se trata de un caso complicado es conveniente que un psiquiatra infantil determine si los síntomas se deben a un TDAH o a otra enfermedad psiquiátrica, o a una combinación de ambos. 

Un pediatra o neuropediatra debe también determinar si los síntomas se deben a una enfermedad médica. Es fundamental realizar una evaluación exhaustiva y un diagnóstico preciso, para elegir el tratamiento más adecuado. Cuando se sospeche un TDAH, un médico experto en el diagnóstico y el tratamiento de TDAH siempre debe realizar la valoración clínica.

Según el DSM-IV la mera presencia de los síntomas característicos NO es suficiente. Es necesario que los síntomas tengan un impacto negativo en la vida del niño, en 2 ambientes diferentes, y que no se deban a otra causa. El diagnóstico de TDAH es clínico. Es importante valorar la presencia de los síntomas, su intensidad, la frecuencia con la que aparecen y su persistencia en el tiempo y en diferentes situaciones.

                                                                                                                     

¿Cómo se trata?

En la actualidad no hay un tratamiento que cure el TDAH. Pero existen tratamientos que disminuyen o incluso hacen desaparecer los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad, lo que mejora el funcionamiento en casa y en el colegio, las relaciones con compañeros y aumenta el rendimiento escolar. 

Una vez confirmado el diagnóstico, la actuación siguiente consiste en: 

  1. Proporcionar información a padres y profesores sobre el TDAH (psicoeducación). 
  2. Entrenamiento a padres y a profesores en el manejo conductual de los síntomas. 
  3. Apoyo académico. 
  4. Medicación. 

Los tres primeros conforman la denominada intervención psicosocial. 

La terapia psicológica ayuda sobre todo en las relaciones sociales, la autoestima, la ansiedad, la capacidad lectora y los síntomas oposicionales. 

La mejor terapia, según todos los estudios, es la combinación de medicación e intervención psicosocial.

Si no se inicia el tratamiento, aumenta el riesgo de fracaso escolar, alteraciones en el comportamiento, dificultades sociales, conflictos familiares, accidentes (heridas, traumatismos), consumo de drogas, comportamientos arriesgados (que resulten, por ejemplo, en embarazos no deseados), problemas legales, y otras patologías psiquiátricas como depresión o ansiedad.

                                                                                                                     

¿Qué tratamiento psicológico se utiliza?

Las terapias psicológicas que han demostrado ser más eficaces son las denominadas cognitivo-conductuales. Las cognitivas las realiza el terapeuta sobre el niño y la familia. Las conductuales las pueden realizar los terapeutas, familiares o educadores con un entrenamiento adecuado. En el apartado VI de esta guía se pueden consultar algunas de las técnicas conductuales y cognitivas más útiles. 

También se utiliza la intervención psicosocial, en el contexto familiar, escolar y con el propio niño. Entre otras medidas, incluye:

Contexto familiar: 

  • Se informa a la familia sobre el TDAH (clínica, causas, tratamiento, riesgo de no tratar). 
  • Las familias pueden solicitar que su hijo sea evaluado, para ayudar a decidir si cumple los requisitos para recibir servicios educativos especiales. 
  • Los padres pueden ayudar a sus hijos a cultivar buenas amistades informando a los maestros, los consejeros escolares y los entrenadores acerca de los problemas que pudieran surgir, organizando juegos de a dos y alentando a su hijo para que participe en actividades escolares y programas de grupos.

Contexto escolar:

  • Se pueden desarrollar estrategias de enseñanza y de control de conducta específicas para llevar a cabo dentro de la clase.
  • Si los padres lo autorizan, el personal educativo puede dar la medicación que le corresponde en horario escolar, aunque no existe obligación legal para la administración de medicamentos en el colegio. 
  • En el aula es importante mantener rutinas, fomentar el uso de agendas, revisar que apunta todos los deberes y exámenes programados y coordinar con la familia la revisión diaria de la agenda, tanto en el colegio como en su casa. 
  • Un alumno con TDAH se beneficia de estar ubicado cerca del profesor, en los puestos anteriores del aula. 
  • Es conveniente adecuar las preguntas de un examen para el niño con TDAH. Esto NO significa que el examen sea de menor exigencia académica, sino que las preguntas sean pocas y cortas, evitando que una pregunta conste de varias partes, o preguntas en las que haya que desarrollar un tema largo. 
  • En nuestro sistema educativo es algo novedoso el poder realizar exámenes diferenciados a los niños con TDAH. Sin embargo, en otros países con amplia tradición en este sentido se establece de manera rutinaria que cualquiera que padece TDAH debe realizar exámenes cortos, con pocas preguntas y muy concretas. Esta modalidad de preguntas se puede repetir varias veces consecutivamente para poder evaluar todo el contenido. Entre las tandas de preguntas es recomendable establecer un periodo de varios minutos de descanso. 
  • Las reglas y las normas de clase deben ser sencillas, cortas y pocas. Y es conveniente repetir estas reglas con frecuencia.

Intervención con el niño: 

  • Sobre todo a los adolescentes, se les informa sobre el TDAH, para que entiendan qué les pasa y por qué (y que sepan que no son tontos ni vagos), lo que también sirve para mejorar la adherencia al tratamiento. 
  • Se les enseña estrategias para aumentar su concentración y disminuir sus olvidos. 
  • En algunos casos, se les puede enseñar habilidades sociales, técnicas de resolución de conflictos o técnicas de estudio.


Es importante que profesores, padres y personal sanitario trabajen de manera conjunta para mejorar el rendimiento y la calidad de vida del niño con TDAH. Para eso es imprescindible que haya comunicación entre ellos.

                                                                                                                     

ESTRATEGIAS DE ATENCIÓN: 

Cardona el al., (s/f) dan las siguientes estrategias para hiperactividad:

ESTRATEGIAS DE INERVENCIÓN DE MAESTROS
  • Fomentar las conductas positivas. 
  • Mantener cercanía le permite una corrección conductual y mantener la atención del niño (sin comentarios verbales negativos).
  • Utilizar expresiones faciales y contacto visual (una sonrisa, guiñar un ojo, aprobar con la cabeza, etc.). 
  • Mostrarle formas de aprobación no verbales (un abrazo, una palmada en el hombro, acariciar su cabeza, etc.). 
  • Controlar el tono de la voz es un medio muy importante para el manejo de niños con TDA-H (calma, suavidad, proximidad y cercanía son mejores). 
  • Presentarle actividades que le ofrezcan desafíos, que le motiven (con materiales atractivos y divertidos).
  • Brindarle incentivos, recompensas y reconocimientos positivos. 
  • Ayudarlo al comenzar la tarea. 
  • Respetar su ritmo y estilo de aprendizaje. 
  • Eliminar distractores. 
  • No forzarlo, ni reprenderlo en público o etiquetarlo. 
  • Propiciar un clima de aceptación y ayuda. 
  • Emplear el método "tiempo fuera' (sacar al niño del aula durante 1 min por año de edad para propiciar un cambio de conducta).
  • Estimular !a atención y la concentración trabajando ejercicios que desarrollen funciones intelectuales o pensamiento productivo. 
  • Ayudarlo a establecer un pensamiento organizado en el que el niño prevea las consecuencias de los comportamientos y busque alternativas. 
  • Objetivamente, identificar cuáles son los mayores problemas que obstaculizan el aprendizaje del niño. 
  • Observar la manera en que usted y los demás maestros tratan al niño. (¿Son demasiado severos? ¿"Espera" que el niño se comporte y lo reprende más rápido que a los demás? ¿Ha eliminado la mayoría de los distractores posibles?) 
  • Identificar tos problemas en el ambiente del aula y modificarlos ayudará a eliminar algunos comportamientos indeseables.
  • Indicar los comportamientos que desea que el niño siga (como el no hablar cuando otro está hablando, guardar los útiles después de usarlos), utilizando una voz tranquila y no siendo demasiado crítico. 
  • Utilizar el sistema cíe "economía de fichas o puntos", para que cumpla con reglas, rutinas o hábitos (se anexa formato). 
  • Dar al niño mensajes e instrucciones precisas y específicas.
ESTRATEGIAS DE INERVENCIÓN DE PADRES
  • Informarles de la problemática del niño. 
  • Involucrarlos en la atención de , su hijo. 
  • Establecer la triada colaborativa (maestro regular-maestro especialista y padres de familia). 
  • Elaborar programa de trabajo para apoyo en casa (se anexa formato).
  • Establecer una comunicación efectiva entre la familia y la escuela. 
  • Participar en el taller cíe "Escuela para Padres". 
  • Buscar ayuda especializada (canalizar a psicología clínica, psiquiatría o neurología) en CREE, DIF o Sector Salud.
  • Comprometerlo a acudir a los llamados de la escuela para la atención de su hijo (firmar reglamento escolar). 
  • Establecer en casa normas firmes, específicas, que entiendan claramente torios ¡os miembros cíe la familia. 
  • Aplicar !a regla de las 3 "C" al disciplinado (congruencia, constancia y consecuencia). 
  • Alabar y reforzar positivamente al niño por seguir las reglas. 
  • Establecer castigos definidos, razonables y justos cuando su hijo lompa lis cogías (eliminar postro, prohibir ver la IV, no salir a jugar, etc.). 
  • Ofrezca recompensa para las buenas acciones, quo sean fáciles de cumplir. 
  • Fijar límites y hacer saber a su hijo que habla en serio. 
  • Anticipar y planear por adelantado en pareja cómo manejar los comportamientos desafiantes de su hijo. 
  • Organizar y disponer el ambiente de la casa de forma que optimice las oportunidades de éxito y evite conflictos. 
  • Evitar castigar o regañar cuando estén enfadados. 
  • Utilizar la frase "cuando... entonces", como por ejemplo: "Cuando te sientes y dejes de hablar, entonces te daré tu postre", o "Cuando patees la pelota chica hasta la meta, entonces cambiaremos a la pelota grande", etc. 
  • No utilizar el TDA-11 como una excusa para el comportamiento del niño. Si quieren que su niño los escuche, traten de hablar despacio, con bajo volumen y breve.
  • Eviten el sarcasmo, la burla, la crítica o el castigo físico. 
  • En pareja (papá y mamá ) hacer un plan para redistribuir la caiga, por escrito y mantenerlo a la vista. 
  • De vez en cuando encargar a los niños con los abuelos y salir un fin de semana en pareja; es importante renovarse y relajarse.

Asimismo, mencionan las siguientes estrategias según asignaturas:

 ESPAÑOL 

Expresión oral

  •  Utilizar el juego como método de enseñanza convirtiendo las situaciones comunicativas en actividades placenteras que promuevan el desarrollo intelectual, social, emocional y físico (se anexan ejemplos). 
  • Estimular al niño a emitir su acuerdo o desacuerdo de tas distintas situaciones. 
  • Establecer un clima de confianza y seguridad creando situaciones que posibiliten eí aprendizaje, como son: el escuchar y esperar su turno, regulando las formas de comunicación de acuerdo a las diferentes situaciones, participantes y contextos. 
  • Organizar el grupo en binas o equipos para que expongan una narración o descripción, propiciando que el niño coordine las acciones. 
  • Explicar en forma clara y precisa cada objetivo de las actividades y definir con él, en qué consiste la tarea para alcanzarlo.
Escritura
  • Vincular la escritura a textos que comuniquen significados de diversa naturaleza que formen parte de su entorno. 
  • Favorecer el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes organizando al grupo en binas, equipos, ele., para que interactúen en la construcción de textos. 
  • Respetar e! tiempo que el alumno requiera para realizar las actividades escritas. 
  • Propiciar la autocorrección con la ayuda de otro compañero o del mismo maestro. 
  • Adaptar el ritmo de ejecución de modo que sea una experiencia exitosa y no un riesgo para la frustración. 
  • Explicar claramente y precisar el propósito de las actividades (en qué consisten).
Lectura
  • Explicar claramente, precisando el propósito de las actividades. 
  • Fomentar el gusto por la lectura (interesara! niño sobre algún tema de su preferencia y orientarlo en la búsqueda de la información en libros, revistas, etc.). 
  • Organizar las actividades en binas o equipos muy pequeños para la narración o lectura de cuentos, relatos, rimas, etc., permitiendo !a interacción entre compañeros.
 MATEMÁTICA 
  • Explicar claramente, precisando el propósito de las actividades. 
  • Atender el momento psicoevolutivo en que se encuentra el niño. 
  • Considerar como punto de partida de la construcción del conocimiento materna tico la experiencia práctica y cotidiana que los niños posean. 
  • Valorar el producto, ignorando el proceso seguido. 
  • Partir de situaciones interesantes de la vida real para analizar, plantear y resolver problemas utilizando material didáctico multisensorial. 
  • Motivar al niño al presentar funcionalidad y significatividad en las tareas realizadas. 
  • Presentar las actividades de forma novedosa asegurando la participación del niño: 
    • Utilizar juguetes de seriación, clasificación, comparación, figuras geométricas y todos aquellos que impliquen comprender relaciones cuantitativas en la resolución de problemas.
    • Promover el uso de rompecabezas y juegos de engranaje. 
  • Aprovechar cuando el niño se levante y darle responsabilidades matemáticas (por ejemplo, reparto de materiales). 
  • Olvidarse que las matemáticas requieren lápiz y papel y presentar actividades tales romo: cálculos mentales, experimentación con distintos malcríales..- etc., propiciando siempre la interacción entre compañeros. 
  • Propiciar que el niño adquiera representaciones lógicas y matemáticas, a través de operaciones concretas como contar, comparar, clasificar, relacionar... 



                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Cardona, A., Arambula, L., & Vallarta, G. (s/f). Estrategias de atención para las diferentes discapacidades - Manual para padres y maestros. Editorial Trillas. https://www.riadis.org/wp-content/uploads/2020/10/Estrategias-de-Atencion-Para-Diferentes-Discapacidades.pdf

Rodríguez, P., Santamaría, M., & Figueroa, A. (2010). Guía didáctica - Trastornos del comportamiento. Servicio Canario de la Salud. Gobierno de Canarias. https://consaludmental.org/publicaciones/TrastornosComportamiento.pdf

 



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